ZEEMAC Lafayette, Luisiana, USA
(En el idioma original al terminar el relato en español)
Club La Gran Milla
Era una noche despejada de viernes, 15 de junio de 1990 con aire perfectamente suave cuando volaba el avión de la compañía, un avión monomotor de seis asientos y alto rendimiento (Piper PA-32R-301T), en un IFR (Reglas de vuelo por instrumentos) plan de vuelo, al Aeropuerto Internacional de Dallas Fort Worth (DFW) para recoger a un empleado de la empresa que había llegado en un vuelo comercial. Mi novia (una rubia de ojos azules con senos perfectos 36D), en ese momento (con la que solo había estado saliendo durante unos seis meses), viajaba conmigo. En un momento espontáneo mientras hablábamos, dijimos: «Oye, deberíamos unirnos al Mile High Club ya que estamos volando a 8000 pies». Sin pensarlo dos veces, y con el piloto automático encendido, se quita los pantalones, se desabrocha la blusa (no llevaba sostén). Mientras ella hacía eso, me bajo los pantalones y nos sentamos a horcajadas sobre la consola central, con ella encima. Fue un poco incómodo porque teníamos que tener cuidado de no golpear las palancas de control del acelerador, la hélice o la mezcla mientras nos poníamos en «posición». Finalmente conseguimos nuestras posiciones correctas y comenzamos a correr con el sonido del motor ronroneando, el brillo de las luces del panel en la oscuridad en el fondo, escuchando el centro de control de tráfico en ruta en caso de que me llamaran – fue increíble :-) !! Mientras estábamos montando, tuve que comunicarme con el centro de control de tráfico en ruta varias veces, si esos muchachos supieran :-) … Terminamos justo cuando tenía que comenzar el descenso en la Ruta estándar de llegada a la terminal (STAR ) en DFW. ¡Fue una de las experiencias sexuales más emocionantes que he tenido :-)! La historia de Mi lugar más extraño en el que has tenido sexo no es lo suficientemente larga como para extenderse en trescientas cincuenta palabras, pero seguramente coincide con algunas de las otras historias de El lugar más extraño en el que has tenido sexo. No sé cómo puedo extenderlo sin convertirlo en una ficción y/o agregar otra información no pertinente para hacerlo más largo. Sin embargo, como me gustaría mucho compartir mi historia de Strangest Place You Have Had Sex, seguiré pensando en cómo puedo extenderla porque, como dice el dicho, donde hay voluntad, hay un camino.
Mile High Club
It was a clear Friday night, June 15, 1990 with perfectly smooth air when I was flying the company aircraft, a six seat, high performance, single engine airplane (Piper PA-32R-301T), on an IFR (Instrument Flight Rules) flight plan, to Dallas Fort Worth International Airport (DFW) to pickup a company employee that had flown in on a commercial flight. My girlfriend (a blue eyed blonde with perfect 36D breasts), at the time (that I had only been dating for about six months), was riding along. On a spontaneous moment as we were talking, we said, «Hey, we should join the Mile High Club since we are flying at 8000 feet». Without a second thought, and with the autopilot on, she takes off her bottoms, unbuttons her blouse (she was not wearing a bra). While she was doing that, I push my pants down and we straddle the center console, with her on top. It was a little awkward because we had to be careful not bump the throttle, prop or mixture control levers while getting into «position». We finally got our positions right and we start humping away with the sound of the purring engine, the glow of the panel lights in the dark in the background, listening for enroute traffic control center in case they called me – it was awesome :-)!! While we were humping, I did have to communicate with the enroute traffic control center a few times – if those guys only knew :-) … We finished up just as I had to start the descent on the Standard Terminal Arrival Route (STAR) into DFW. It was one of the most exciting sexual experiences I have ever had :-)! My Strangest Place You Have Had Sex story is not really long enough to extend into three hundred and fifty words but it surly matches some of the other Strangest Place You Have Had Sex stories. I do not know how I can extend it without making it a fiction and or adding other non pertinent information to make it longer. However, because I would very much like to share my Strangest Place You Have Had Sex story, I will keeping thinking of how I can extend it because, as the saying goes, where there is a will there is a way.
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