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Home alone

BICKYNICKY Amsterdam, Holanda

(En el idioma original al terminar el relato en español)

Solo en casa

Estuvimos charlando con él por un tiempo antes de invitarlo a nuestra casa, una de esas casas típicas holandesas con ventanas del piso al techo que dan al jardín. Su perfil se veía perfecto: tenemos debilidad por los remeros por el físico que te da el deporte. Su perfil era prometedor y su cuerpo se parecía al mío y con 1,91 m era un poco más alto que cualquiera de nosotros. Ambos habíamos practicado deporte durante muchos años, y como pareja bisexual apreciamos el físico de los remeros masculinos y femeninos. Su perfil mostraba su cuerpo delgado y sin pelo que estaba curvado en todos los lugares correctos. Mientras esperaba conocernos a los dos, decidimos que ella estaría sola cuando él llegara y le explicaría que había ido a comprar unas cervezas. Esto me permitiría ver cómo se desarrolla la acción a través de las persianas venecianas del jardín. Ocupé mi lugar en la oscuridad para esperar su llegada. Vi a Femke levantarse, bajarse su pequeño vestido negro e invitarlo a pasar. Se sentó nerviosamente mientras mi esposa le servía una copa de vino. Femke sabe cómo excitar a un chico y, efectivamente, la vi sentarse a su lado y coquetear escandalosamente, girando sus dedos por su cabello y tocando su rodilla para enfatizar los puntos que estaba haciendo. Ella se sentó torcida para enfrentarlo con una rodilla en el sofá. Sabía que esto significaba que su vestido se subiría, dándole una buena vista de sus diminutas bragas y sus suaves muslos. Desde la oscuridad del jardín me endurecí al verla trabajar con él. Sabía que ella le estaría diciendo que esperara hasta que yo regresara mientras todo el tiempo lo guiaba. Ambos habíamos fantaseado con la foto de su polla. Probablemente no era tan grueso como yo, pero debe haber tenido 20 cm y la foto que habíamos estudiado resaltaba una vena que recorría la longitud de su delicioso eje. Como previamente acordó, ella le dijo que quería ver su polla, aunque no harían nada hasta que yo llegara a casa. Esto le dio el estímulo que necesitaba, por lo que sacó su polla semi dura para que estuviera sentada apuntando hacia su ombligo. Incluso desde el jardín pude ver que su polla era impresionante y vi a Femke cepillándola con las yemas de los dedos antes de que nuestra cita apartara su mano.Pude imaginar la tensión mientras discutían cuánto tiempo más estaría fuera y el ‘esperar hasta que lo haga. llegar a casa ‘regla. Femke se puso de pie y comenzó un baile seductor frente a Nick balanceando sus caderas al ritmo de la música. Lentamente, se acercó a él antes de sentarse a horcajadas sobre él. Dejé mi escondite hacia la parte de atrás del jardín para ver más de cerca a Femke moliendo la impresionante polla de Nick. Me estaba apretando con fuerza mientras miraba, sabiendo que lo único que separaba a mi esposa de la polla de Nick era la fina capa de sus bragas de encaje. Habíamos follado antes mientras fantaseábamos sobre cómo terminaría la noche, y sabía que ella todavía estaría súper húmeda y cachonda como el infierno. Mientras se sentaba a horcajadas sobre Nick, Femke le tomó la cabeza con las manos y se inclinó para darle un beso. Ella estaba balanceando sus caderas hacia adelante y hacia atrás mientras trabajaba a lo largo del eje de Nick, apretándolo con sus muslos y asegurándose de que su clítoris recibiera la atención que merecía de la polla de Nick. Sabía que estaría tan mojada como el infierno y casi podía oler el sexo mientras estaba afuera en la oscuridad apretándome. La determinación de Nick estaba claramente menguando, y lo vi tratando de penetrar a Femke, usando una mano para sostener su polla, mientras que con la otra tiraba de sus bragas hacia un lado. En ese momento, Femke se puso de pie y, a través de la ventana, pude ver que señalaba con el dedo a Nick en el letrero universal de «no seas travieso». Se volvió para poder sacudir su pequeño botín a Nick, pero también para poder hacer contacto visual conmigo. Estaba tan cerca del cristal como me atrevía sin dejarle ver a Nick que estaba mirando. Nuestros ojos estaban bloqueados y vi como mi hermosa esposa bailaba de regreso al regazo de Nick. Nick ya se había puesto los vaqueros y los calzoncillos hasta los tobillos. Cuando Femke se volvió para quitárselos de los pies, se inclinó seductoramente por la cintura para que yo pudiera ver su trasero y sus bragas empapadas, dándome una vista perfecta de sus monos y labios afeitados que eran claramente visibles a través del material empapado. Se volvió para mirarme y se quitó el vestido hasta la cabeza, revelando sus atrevidas tetas en alto en su sostén de media copa. Mantuvo contacto visual mientras una vez más se sentó a horcajadas sobre Nick, pero esta vez de espaldas a él para poder verme. Su pulido se volvió más frenético y pude ver su boca entreabierta de placer mientras trabajaba el eje de Nick a través de sus bragas mientras apretaba sus duros pezones. En este momento estaba contra el cristal y Femke podía verme tocándome mientras se frotaba contra la palpitante polla de Nick. Su rechinamiento disminuyó y se incorporó ligeramente, mirándome directamente. Cuando levantó una ceja, el más leve rastro de una sonrisa cruzó sus labios, medio pidiéndome permiso, medio diciéndome lo que planeaba hacer a continuación. Luego extendió la mano tirando de sus bragas hacia un lado antes de deslizarse sobre la longitud de la polla de Nick. Luchó por mantener los ojos abiertos, mientras lo montaba, y pude oírla gritar de éxtasis. Me encantaba cada momento de ver a mi esposa follando con un extraño casi perfecto al otro lado del cristal mientras yo miraba. Pude ver a Nick tratando de tomar el control, tratando de frenar las cosas para que el momento durara, pero sin mucha suerte. Femke se dio la vuelta para mirarlo, dándome una visión de Nick desapareciendo en su coño mientras su ritmo aumentaba. Ella lo montó sin piedad, tomando todo lo que pudo antes de que finalmente explotara dentro de ella. Podía escucharlos unirse y vi sus bolas tensarse mientras llenaba a mi hermosa esposa con su semen. Ella se sentó a horcajadas sobre él durante algún tiempo, agotada y con la cabeza apoyada en su hombro antes de que ambos se levantaran y comenzaran a vestirse. Esta fue mi señal. Caminé hasta el frente de la casa, abriendo la puerta ruidosamente y gritando a mi esposa por qué nuestro invitado llegaba tarde. Cuando entré a la sala, mi esposa estaba sentada en la silla frente a Nick con una copa de vino en la mano, mientras los dos charlaban como viejos amigos. Por mi parte, hice de anfitrión perfecto. ‘Mark, este es Nick’, dijo Femke. Respondí estrechándole la mano, sosteniéndola durante un tiempo incómodo mientras mantenía contacto visual. ‘Estoy tan contento de que hayas venido, Nick, estoy seguro de que Femke pudo mantenerte entretenido mientras yo estaba fuera’. Me tomé una copa de vino y entablamos una pequeña charla antes de que comenzara la verdadera diversión de la noche.


Home alone

We had been chatting to him for a while before inviting him over to our home – one of those typical Dutch houses with floor to ceiling windows looking over the garden. His profile looked perfect: we have a soft spot for rowers because of the physique the sport gives you. His profile was promising, and his body looked similar to mine and at 1,91m he was a little taller than either of us. We had both sported for many years, and as a bi couple appreciated the physique of both male and female rowers. His profile showed off his lean, hairless body which was curved in all the right places. Whilst he was expecting to meet both of us, we had decided that she would be alone when he arrived and would explain I had popped out to buy some beers. This would allow me to watch the action unfold though the venetian blinds from the garden. I took up my place in the darkness to await his arrival. I saw Femke get up, pull down her little black dress and invite him in. He sat nervously whilst my wife poured him a glass of wine. Femke knows how to turn a guy on and sure enough I saw her sit beside him and flirt outrageously, twirling her fingers though her hair and touching his knee to emphasise the points she was making. She sat twisted to face him with one knee up on the couch. I knew this meant that her dress would ride up, giving him a good view of her skimpy panties and soft upper thighs. From the darkness of the garden I grew hard as I saw her work him. I knew she would be telling him to wait until I got back whilst all the time leading him on. We had both fantasized over his dick pic. He was probably not as thick as me, but he must have been 20cm and the photo we had studied highlighted a vein running the length of his delicious shaft. As previously agreed, she told him he wanted to see his cock, although they wouldnt do anything until I got home. This gave him the encouragement he needed, so he pulled out his semi hard cock so it was sitting pointing towards his navel. Even from the garden I could see his cock was impressive and I watched Femke brushing it with her fingertips before our date pushed her hand away I could imagine the tension as they discussed how much longer I would be out for, and the ‘wait till I get home’ rule. Femke stood and started a seductive dance in front of Nick swaying her hips in time to the music. Slowly, she got closer to him before straddling him. I left my hiding place toward the back of the garden to get a closer look of Femke grinding onto Nick’s impressive cock. I was squeezing myself hard as I watched, knowing that the only thing that separated my wife from Nick’s cock was the thin layer of her lace panties. We had fucked earlier as we fantasised about how the evening might turn out, and I knew she would still be super wet and as horny as hell. As she straddled Nick, Femke cupped his head with her hands and lent in for a kiss. She was rocking her hips back and forth as she worked the length of Nick’s shaft, squeezing him with her thighs and ensuring that her clit was getting the attention it deserved from Nick’s cock. I knew she would be as wet as hell and could almost smell the sex as I stood outside in the darkness squeezing myself. Nick’s resolve was clearly waning, and I saw him trying to penetrate Femke, using one hand to hold his cock, whilst the other was tugging her panties to one side. At this point Femke stood up, and through the window I could see her wag her finger at Nick in the universal ‘don’t be naughty’ sign. She turned so that she could shake her little booty at Nick, but also so she could make eye contact with me. I was as close to the glass as I dared without letting on to Nick I was watching. Our eyes were locked, and I watched as my beautiful wife danced herself back towards Nick’s lap. Nick had pulled his jeans and briefs round his ankles by now. As Femke turned to pull his them off his feet, she bent seductively at the waist so I could see her bum and soaking panties, giving me a perfect view of her shaved mons and labia which were clearly visible through the soaked material. She turned back to face me and pulled her dress off over to her head revealing her pert titties sitting high in her half cup bra. She maintained eye contact as she once again straddled Nick, but this time facing away from him so she could see me. Her grinding became more frantic and I could see he mouth half open in pleasure as she worked Nick’s shaft though her panties as she squeezed her hard nipples. By this stage I was up against the glass and Femke could see me touching myself as she rubbed against Nick’s throbbing dick. Her grinding slowed and she lifted herself slightly, staring directly at me. As she lifted an eyebrow, the faintest whiff of a smile crossed her lips, half asking my permission, half telling me what she was planning to do next. Then she reached around pulling her panties to one side before sliding onto the length of Nicks cock. She struggled to keep her eyes open, as she rode him, and I could hear her crying out in ecstasy. I was loving every moment of watching my wife fucking a near perfect stranger on the other side of the glass as I watched on. I could see Nick trying to take control, trying to slow things down so that the moment would last, but without much luck. Femke span round to face him, giving me a view of Nick disappearing into her pussy as her rhythm built. She rode him mercilessly, taking everything she could before he finally exploded inside her. I could hear them come together and saw his balls tighten as he filled my beautiful wife with his come. She sat their straddling him for some time, exhausted with her head resting on his shoulder before they both stood up and started dressing. This was my cue I padded round to the front of the house, opening the door noisily and shouting to my wife about why our guest was late. When I entered the living room, my wife was sitting on the chair opposite Nick with a glass of wine in her hand, as the two of them chatted away like old friends. For my part, I played the perfect host. ‘Mark, this is Nick’, said Femke. I replied shaking his hand, holding onto it for an uncomfortably long time as I engaged in eye contact. ‘I’m so glad you’ve come, Nick, I sure Femke was able to keep you entertained whilst I was out’. I grabbed myself a glass of wine and we engaged in small talk before the real fun of the evening began.


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