¿Te enciende en secreto la idea de ser azotado? ¿Alguna vez has considerado cambiar un poco las cosas con tu pareja? A algunas personas le flaquean las rodillas ante el pensamiento de su ropa interior siendo bajada y de tener una mano firme en sus traseros. Otras se estremecen de placer ante la visión y el tacto de una pala, látigo o flogger, fusta, etc. Objetos para este tipo de juegos, pero golpear con la mano también cuenta, y los golpes normalmente son repetidos.
La intensidad, el escozor justo después del impacto, y la alarmante sensación que hace que sus corazones se aceleren. Todo esto, desde los azotes a los golpes están bajo la categoría BDSM y fetish conocido como juegos de impacto, durante los cuales una persona que ha dado su específico consentimiento es golpeado para su propia gratificación sexual.
Ahora, si esto te suena tentador, ¡es genial! Como todas las categorías del BDSM, puede sonar extraño al principio, pero los juegos de impacto, realizados consensuadamente pueden ser de manera muy erótica y divertida de añadirle picante a tu vida sexual. Sin embargo, antes de que te dejes llevar demasiado, es importante saber que todo el mundo que esté interesado en formar parte en un juego de impacto debe aprender como hacerlo apropiadamente, tener una palabra de seguridad y conocer que cuidados requerirá su pareja después de jugar. Esto es particularmente importante para ciertos aspectos de los juegos de impacto. Reiterar no basta, que para aquellos a los que les suba la temperatura ante el pensamiento de este tipo de juegos, la experiencia puede ser arrebatadora y estimulante.
Aquí hay unos cuantos consejos para las parejas que estén interesadas en probarlo: asegúrate de que tu pareja es alguien con quien tienes una gran confianza antes de considerar este tipo de juego, de antemano hablar para saber que es lo que les gusta y disgusta a cada uno incluyendo sus límites.
Tomarlo con calma. Incluso si crees que sabes como te vas a hacer sentir, no lo sabrás a ciencia cierta hasta que empieces a explorarlo. El dominante, debe asegurarse de que el sumiso construya la experiencia lentamente. Debe trabajar la parte del cuerpo poco a poco, y después trabajarlo con impactos más fuertes. Nunca se debe comenzar golpeando desde lejos ni usando toda la fuerza.
Ambos, deben escucharse atentamente y asegurarse de tener comunicación antes, durante y después del juego. Establecer una palabra de seguridad de antemano. Como sugerencia pueden usar los colores del semáforo como verde para indicar que pueden continuar, amarillo para bajar la intensidad o marcar un tiempo muerto, rojo para pararlo todo inmediatamente. Entender que cualquiera de los dos las puede usar en cualquier momento que lo necesite.
Asegurarse de llevar a cabo esta experiencia en un ambiente seguro, privado y cómodo. Tener expectativas realistas sobre todo si son nuevos en esto, y recordar que, como todo, la práctica hace la perfección.
Para los nuevos dominantes les recomendamos primero la practica sobre un cojín del sillón, la almohada o el colchón, con tu mano o el objeto que tu y tu pareja hayan elegido antes de usarlo en el cuerpo de tu pareja. Entiende que ciertas áreas del cuerpo son más delicadas y que los golpes más fuertes solo deben tener lugar en zonas donde hay muchos músculos o grasa acumuladas. Esto incluye las nalgas, a cada lado de la columna vertebral y en la parte inferior de los hombros. Solo cuando ambos como pareja se sientan cómodos y seguros, será el tiempo para probarlo.
Y, si al final terminan disfrutando de ello, aquí tienen un consejo profesional del mundo BDSM: No hay nada más dulce que escuchar esas palabras mágicas: “Gracias Mistress, ¿puede darme otra?”