WICKEDTONGUE Addison, Texas, USA
(En el idioma original al terminar el relato en español)
Solo un cosquilleo…
Fue solo un cosquilleo. Estaban en el almuerzo… sentados uno al lado del otro… la primera vez que ella salía sola… ocasionalmente mirándose y mirándose. Su mano estaba sobre su rodilla. Un suave apretón de vez en cuando y, de vez en cuando, su mano bajaba y suavemente, muy suavemente, acariciaba el interior de su pierna. Fue solo un cosquilleo. Estaban hablando y hablando y hablando. Ella era abierta y libre y él era un poco más reservado y cauteloso. Era una cuestión de imagen… odiaba perder el control de su comportamiento en público. El juego bajo el mantel fue tan audaz como lo sería al aire libre. Era sólo un cosquilleo y se sentía caliente. Se inclinó y la besó. Primero, solo un pequeño beso de amor en la mejilla. Ella sonrió y se inclinó hacia él. A ella le gustó. La energía entre ellos simplemente fluyó abiertamente. Fue bueno, cálido y agradable. Fue solo un cosquilleo. La próxima vez que se inclinó hacia ella, ella volvió la cabeza para encontrarse con sus labios. Él le dijo, no. Muy suavemente, pero muy seguro de su plan. Ella se volvió hacia el centro del restaurante y sus labios se presionaron contra su cuello. Un pequeño mordisco y luego su lengua tocó su piel. El cosquilleo comenzó de nuevo. Su lengua se movió rápidamente… antes de que ella supiera lo que había sucedido. Le había mordisqueado el cuello y jugueteaba con el lóbulo de su oreja con la lengua. Luego, tan repentinamente como se acercó a ella, desapareció y se sentó en la cabina. Fue solo un cosquilleo. Dejó caer la mano debajo del mantel. Encontró su pierna y comenzó a acariciarla. Ella tenía una misión en mente y él la miró a los ojos. Profunda y solemnemente. Su mano dejó de moverse a pesar de que no había palabras pronunciadas. Podía sentir la energía diciéndole que ella era el centro del universo hoy y que él complacería todos sus sentidos. Fue solo un cosquilleo. Su mano encontró su pierna y su cabeza encontró su hombro. Ella se movió. Su falda encontró más holgura y su mano se movió un poco más audazmente por su pierna. Fue solo un cosquilleo. Sus dedos estaban suave y gentilmente «caminando» por el interior de su pierna. Fue solo un cosquilleo. Mientras se acercaba sigilosamente a su tesoro escondido, podía sentir su calor y humedad. Su mano se retiró y le susurró algo al oído. El cosquilleo se hizo más fuerte. No recordaba el viaje a la habitación a oscuras… estaba cerca de su lugar de reunión, sin embargo, no sabía cómo llegaron allí. Fue solo un cosquilleo. La habitación estaba iluminada por una lámpara en la esquina y el único ruido era el aire acondicionado. Hacía frío… a ella le gustaba así, al igual que a él. Él la tomó en sus brazos y la besó profundamente. Ella respondió con un gemido gutural y jugueteó con sus dientes con la lengua. Eran suaves y se sonrió a sí misma por su trabajo. Fue solo un cosquilleo. Sus manos eran fuertes. No había esperado sentirse tan maravillosa en sus brazos. Su nerviosismo se desvaneció por la comodidad de su abrazo. Sintió sus manos moverse sobre su espalda mientras su cabeza se movía. Su boca se movió hacia su cuello y orejas… primero el lado izquierdo, luego el derecho. En algún lugar allí, le susurró «sin marcas» y ella supo que podía confiar en él. Fue solo un cosquilleo. Su boca volvió a la de ella cuando sintió que sus manos ampliaban su alcance. Se encontró firmemente en su abrazo mientras él tomaba su trasero firme y sexy en sus manos. La apretó con cariño. Fue solo un cosquilleo. Sus manos se movieron a su camisa. Los botones parecían abrirse solos. Su cinturón estaba desabrochado. Ella estaba de pie en sus brazos vestida solo con su ropa interior. Fue solo un cosquilleo. Ella alcanzó sus botones. Él la detuvo y dio un paso atrás por un minuto. Él la tomó de nuevo en sus brazos… ambos en ropa interior. Podía sentir el vello de su pecho contra el suyo. Fue solo un cosquilleo. La besó apasionadamente. Comenzando en sus labios y moviéndose hacia su cuello. Sus manos estaban detrás de ella y ella sintió la liberación de su sostén. Sus brazos cayeron y las correas cayeron entre ellos. Todavía la estaba abrazando con fuerza. Fue solo un cosquilleo. Su boca dejó la de ella y comenzó a descender. Besó su barbilla y la parte delantera de su cuello. Giró a su izquierda… y encontró su pezón. Fue solo un cosquilleo. Un profundo gemido se le escapó. Era tan suave, cálido, apasionado y cariñoso. Su lengua se sentía como una mariposa revoloteando sus alas sobre su pecho. Luego se movió a su derecha y comenzó todo de nuevo. Fue solo un cosquilleo. Justo cuando pensaba que la montaña rusa se estaba desmoronando, la boca se movió de nuevo. Besándola suavemente y mordisqueando su torso… centímetro a centímetro tortuoso. Fue solo un cosquilleo. Le lamió el ombligo. Era sensible y lindo. Sólo una pequeña visita breve. Se sentía diferente. Fue solo un cosquilleo. Sintió que la empujaban hacia atrás. Estaba de rodillas frente a ella y sus brazos estaban alrededor de su cintura. Fue solo un cosquilleo. Sintió sus manos en la cintura de sus bragas de raso. Estaban húmedos, pegajosos y llenos de vapor. Ella estaba impaciente y él fue deliberado en su eliminación. Su tesoro fue descubierto. Fue solo un cosquilleo. Sus manos estaban en su cintura y ella estaba siendo tirada hacia abajo. Se hundió confiadamente y descubrió que la cama estaba debajo de ella. Sus manos ahuecaban su trasero… suave y amorosamente. Ella se sentó en el borde de la cama mientras él besaba de nuevo sus pechos maravillosamente llenos. Fue solo un cosquilleo. Él la recostó en la cama y ella sintió su aliento en la rodilla. Fue solo un cosquilleo. Empezó a besar y mordisquear el interior de su pierna. Primero la izquierda y luego la derecha. La besó desde el punto sensible justo por encima de la articulación de la rodilla hasta el interior de su muslo. Alcanzó justo el borde de su arboleda bien cuidada y saltó al otro lado. Mordisqueó su camino hacia la rodilla opuesta. Fue solo un cosquilleo. Sus manos movieron sus piernas. Sus pantorrillas estaban sobre sus hombros y sus manos se movían debajo de ella. Podía sentirse florecer como un capullo de rosa en plena floración… sólo para él. Fue solo un cosquilleo. Su boca se movió a su centro. Ella jadeó por la suavidad y la firmeza de la sensación. Zumbido. Película. Investigacion. Una y otra vez. El profundo gemido salió de ella una y otra vez. Su lengua sondeó lo más profundamente posible dentro de ella para extraer su néctar y luego se trasladó a su botón especial. Fue solo un cosquilleo. Su lengua era mejor que cualquier máquina o juguete o su propia mano. Él masajeó su botón… sosteniéndolo suavemente entre sus labios y zumbando con su lengua. Fue solo un cosquilleo. Las cosquillas crecieron… y crecieron… y crecieron. Sostuvo sus suaves mejillas entre sus manos para anclarla a su rostro. Un dedo encontró su camino dentro de ella mientras la lengua seguía acercándola a nuevas alturas. Fue solo un cosquilleo. El cosquilleo creció una última vez y explotó. Ella gritó y jorobó su rostro mientras él permanecía en su bosque de placer hasta que ella se calmara. Sintió que él la movía a la mitad de la cama y se movió para sostenerla firmemente entre sus brazos. Podía oler su aroma mientras él la besaba en la mejilla y la acercaba a él… El cosquilleo había desaparecido.
Just a tickle…
It was just a tickle. They were at lunch…setting side by side…her first time stepping out on her own…occasionally catching and taking glances at each other. His hand was on her knee. A gentle squeeze now and then and, occasionally, his hand would dip down and softly, ever so softly, smooth across the inside of her leg. It was just a tickle. They were talking and talking and talking. She was open and free and he was a bit more reserved and cautious. It was a image thing…he hated to lose control of his demeanor in public. The play under the tablecloth was as bold as he would get in the open. It was just a tickle and she felt warm. He leaned over and kissed her. First, just a little love peck on the cheek. She smiled and leaned into him. She liked it. The energy between them just flowed openly. It was good and warm and pleasant. It was just a tickle. The next time he leaned into her, she turned his head to meet his lips. He told her, no. Very softly, yet very sure of his plan. She turned back to face the center of the restaurant and his lips pressed against her neck. A little nip and then his tongue touched her skin. The tickle started again. His tongue moved quickly…before she knew what had happened. He had nibbled her neck and was teasing her earlobe with his tongue. Then, as suddenly as he approached her, he was gone and setting upright in the booth. It was just a tickle. Her hand dropped under the tablecloth. She found his leg and started to caress it. She had a mission in mind and he looked into her eyes. Deeply and solemnly. Her hand stopped moving even though there were no words spoken. She could feel the energy telling her that she was the center of the universe today and he would pleasure all her senses. It was just a tickle. His hand found her leg and her head found his shoulder. She shifted. Her skirt found extra slack and his hand moved a bit bolder up her leg. It was just a tickle. His fingers were softly and gently walking up the inside of her leg. It was just a tickle. As he crept closer to her covered treasure, he could feel her heat and moistness. His hand withdrew and he whispered something into her ear. The tickle grew stronger. She didnt remember the trip to the darkened room…it was close to their meeting place, yet, she didnt know how they got there. It was just a tickle. The room was lit by a lamp in the corner and the only noise was the air conditioner. It was cold…she liked it that way, as did he. He pulled her into his arms and kissed her deeply. She responded with a throaty moan and teased his teeth with her tongue. They were smooth and she smiled at herself for her work. It was just a tickle. His hands were strong. She hadnt expected to feel this wonderful in his arms. Her nervousness faded from the comfort of his embrace. She felt his hands move over her back as his head shifted. His mouth moved to her neck and ears…first the left side, then the right. Somewhere in there, he whispered no marks to her and she knew that she could trust him. It was just a tickle. His mouth moved back to hers as she felt his hands broaden their range. She found herself firmly in his embrace as he cupped her firm, sexy bottom in his hands. He squeezed her lovingly. It was just a tickle. His hands moved to her shirt. The buttons seemed to open by themselves. Her belt was undone. She was standing in his arms clad only in her lingerie. It was just a tickle. She reached up to his buttons. He stopped her and stepped back for a minute. He took her back in his arms…both of them just in their undergarments. She could feel the hair of his chest against her. It was just a tickle. He kissed her passionately. Starting at her lips and moving to her neck. His hands were behind her and she felt the release of her bra. Her arms dropped and the straps fell between them. He was still holding her tightly. It was just a tickle. His mouth left hers and started downwards. He kissed her chin and the front of her neck. It veered to her left…and found her nipple. It was just a tickle. A deep moan escaped her. He was so soft and warm and passionate and caring. His tongue felt like a butterfly fluttering its wings on her breast. Then he shifted to her right and started it all over again. It was just a tickle. Just when she thought the roller coaster was going over the top, the mouth moved again. Kissing softly and nibbling down her torso…inch by torturous inch. It was just a tickle. He licked her belly button. It was sensitive and cute. Just a brief little visit. It felt different. It was just a tickle. She felt herself being walked backwards. He was on his knees in front of her and his arms were around her waist. It was just a tickle. She felt his hands at the waist of her satin panties. They were damp and sticky and steamy. She was impatient and he was deliberate in their removal. Her treasure was unveiled. It was just a tickle. His hands were on her waist and she was being pulled down. She sank, trustingly, and found that the bed was under her. His hands were cupping her bottom…softly and lovingly. She sat on the edge of the bed as he kissed her wonderfully full breasts again. It was just a tickle. He laid her back on the bed and she felt his breath on her knee. It was just a tickle. He began to kiss and nibble on the inside of her leg. First the left and then the right. He kissed from the sensitive spot just above her knee joint all the way up the inside of her thigh. He reached just to the edge of her manicured grove and skipped to the other side. He nibbled his way to the opposite knee. It was just a tickle. His hands moved her legs. Her calves were draped over his shoulders and his hands moved under her. She could feel herself blossom like a rosebud in full bloom…just for him. It was just a tickle. His mouth moved to her middle. She gasped from the softness and the firmness of the sensation. Buzz. Flick. Probe. Over and over again. The deep moan moved out of her again and again. His tongue probed as deeply as possible inside her to remove her nectar and then moved to her special button. It was just a tickle. His tongue was better than any machine or toy or her own hand. He massaged her button…holding it gently between his lips and buzzing it with his tongue. It was just a tickle. The tickle grew…and grew…and grew. He held her soft cheeks in his hands to anchor her to his face. A finger found its way inside her as the tongue kept taking her closer to new heights. It was just a tickle. The tickle grew one last time and exploded. She screamed and humped his face as he stayed in her forest of pleasure until she calmed. She felt him move her to the middle of the bed and moved to hold her firmly in his arms. She could smell her scent as he kissed her on the cheek and pulled her close to him…. The tickle was gone.
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