ADAMANDEVE City of Edinburgh, GBR
(En el idioma original al terminar el relato en español)
Ella, ¿A quién elegirá para follar?
Conduciendo por la autopista a Edimburgo, no pude evitar deslizar mi mano bajo el dobladillo de su pequeño vestido negro. Subiendo poco a poco las medias negras transparentes rematadas con encaje rojo, separó los muslos lo suficiente para permitir el acceso. Cuando mi dedo encontró la seda, me di cuenta de que ya se estaba mojando debajo de las bragas. Pensándolo bien, y mientras retiraba suavemente mi mano, dijo: “Demasiado pronto. Tenemos una fiesta a la que ir. Mientras trataba de concentrarme en el camino por delante, me pregunté en qué me había metido. Nos “conocimos” en Internet. En una sala de chat de estilo antiguo. No puedo recordar el tema, pero estoy bastante seguro de que tenía que ver con el sexo. Comenzamos como amigos con ese interés mutuo, siendo yo su chaperón mientras me presentaba una noche fetichista regular en Glasgow. Ella era el centro de atención para tantos ojos, rubia peróxido linda como un botón en su corsé rojo fresa que empujaba su amplio busto a un tamaño aún más desproporcionado en comparación con su marco de 4 pies 11 pulgadas, pantalones cortos dorados de Kylie Minogue diseñados casi perfectamente para su trasero respingón y esbeltas, esbeltas piernas bronceadas falsas doradas que se hacen más estilizadas con tacones rojos asesinos. El club fetichista permitía el juego BDSM, pero debido a las leyes de licencias escocesas, no se permitían actos sexuales con penetración. Sin embargo, esta fiesta en Edimburgo iba a ser diferente. Organizado por un chico con el que Carrie también se había hecho amigo en las salas de chat, se llevó a cabo en una elegante casa adosada alquilada especialmente para la ocasión, todas las parejas asistentes tuvieron que enviar fotos para obtener su aprobación. Enviar las fotos de nosotros, tanto en la cabeza como desnudos, fue especialmente desalentador teniendo en cuenta que él era un ex policía, pero pasamos la prueba y al menos sabíamos que el estándar de pareja iba a ser razonablemente alto. A medida que las parejas iban llegando, nuestros pensamientos se confirmaban. Una variedad de edades, desde principios de los 20 hasta principios de los 40, pero ninguno de ellos te echaría de la cama. Bueno, tal vez la única pareja mayor sentada en el sofá, ella ama de casa normal, él un cuerpo de papá calvo con manos tatuadas de obrero. . Una pareja en particular me llamó la atención: rubia, delgada, hermosa y segura de sí misma, me recordó a Goldie Hawn, su pareja suave como un modelo masculino o un posible James Bond. Primero, sin embargo, el anfitrión nos dio una visita guiada por los tres pisos estándar de la casa de exhibición, buffet en la cocina, dos dormitorios en cada uno de los dos pisos superiores completos con condones provistos. Cuando volvimos a picar la comida, él y Carrie coquetearon como si fueran viejos amigos y pensé con certeza que este chico bastante encantador y seguro de sí mismo, unos 10 años más joven que yo y un poco mayor que Carrie, la invitaría a cenar. el final de la noche Sentí una ligera punzada de celos considerando que, aunque habíamos follado un par de veces, todavía no éramos oficialmente una pareja. De vuelta en la sala de estar para tomar unas copas, charlamos con una pareja de mi edad, unos 40 años, él alto, rubio y un poco bromista, ella también alta, delgada, morena, hasta los hombros. cabello y más sofisticados, abriéndose a nosotros sobre sus variadas hazañas swingers. Decidieron que todos deberíamos aventurarnos arriba ya que la sala de estar comenzaba a vaciarse. Las reglas de la fiesta eran, puerta cerrada, es privado, no entres, puerta abierta, eres bienvenido a unirte o mirar – y, en el primer piso, encontramos a un par de chicas guapas ya medio desvestidas en una cama besándose y acariciándose mientras sus parejas elegantemente vestidas observaban. De repente, la sofisticada morena se acerca al centro de la habitación, se arrodilla y anuncia «bien, ¿quién quiere que le chupen la polla?» Siento un firme empujón en mi espalda y miro hacia atrás para ver a Carrie sonriendo y empujándome hacia adelante mientras la morena toma mis muslos y comienza a aflojar mi cinturón, seguido rápidamente por mi cremallera. Obviamente un poco experta en esto, me tiene duro, las rodillas tiemblan en poco tiempo, junto con su esposo ahora de pie a mi lado en la otra mano. Terminamos reuniéndonos con las dos chicas y sus parejas en la cama ahora abarrotada, un mar de cuerpos cada vez más desnudos. Mi polla entra en el acogedor coño de la morena mientras nos tumbamos de lado y ella chupa la polla de otro chico antes de que yo empiece a lamer y tocar con los dedos los labios naturalmente pelirrojos de una joven pechugona desde atrás mientras ella se la folla a la otra joven, pero poco a poco me di cuenta. me dijo que Carrie no estaba a la vista. Miro alrededor de la casa. Me pregunto si ella está detrás de una de las puertas cerradas follándose a nuestro anfitrión, o tal vez a la impresionante pareja. Pero, aunque escucho gemidos ocasionales flotando en el pasillo, definitivamente no son suyos. Abajo, me encuentro de nuevo con la pareja mayor y me dicen que creen que Carrie está en una habitación del último piso con una pareja. Mi corazón se acelera mientras subo las escaleras y, deteniéndome por un momento afuera, y tomando una respiración profunda, decido romper las reglas y abrir la puerta. Allí, desnudos en medio de la habitación sobre una alfombra de plástico hay una maraña de tres cuerpos, Carrie siendo follada por detrás mientras lame el coño de su esposa. Cierro la puerta y tomo asiento, Carrie solo mira momentáneamente en mi dirección mientras me desabrocho los pantalones y empiezo a acariciar mi ahora dura polla. No tengo ningún deseo de unirme. Ha elegido a la pareja más vieja y menos atractiva. Pero se ve tan sexy entregándose totalmente a los dos. Ella está devorando el cuerpo curvilíneo de la mujer, y su polla erecta de la suerte, y usan su cuerpo pequeño con un abandono salvaje, terminando con ella cabalgando la cara de la mujer en un 69 mientras la folla con los dedos y chupa a su marido de pie antes de que explote en su deseo. boca. De camino a casa, le pregunto: «¿Por qué ellos de todas las personas?»… «Sabía que estarían sucios», responde ella. Estoy tan cachondo que no veo la hora de llegar a casa, así que me detengo en el aparcamiento de una estación de servicio de la autopista, doy la vuelta hasta el lado del pasajero, empujo el respaldo de su asiento hacia abajo, le abro las piernas, le aparto las bragas y empiezo. lamiendo su coño todavía húmedo e hinchado, imaginando la polla allí poco antes, sus pies descalzos presionando contra el parabrisas. Sin importarme que unos cuantos camioneros estacionados tuvieran un show gratis, me la follo como nunca. Ahora con mi esposa, todavía prefiero unirme a su diversión, pero esa primera fiesta sexual me abrió los ojos a las delicias de ver a mi pareja dar y recibir placer con los demás y, afortunadamente, ella también lo disfruta.
Who will she choose to fuck?
Driving along the motorway to Edinburgh, I couldn’t help slip my hand under the hem of her little black dress. Inching higher up the sheer black stockings topped with red lace, she parted her thighs enough to grant access. As my finger met silk, I could tell she was already getting wet under her panties. Having second thoughts, and as she gently took my hand away, she said: “Too soon. We’ve got a party to go to.” As I tried to concentrate on the road ahead, I wondered what I had let myself in for. We’d “met” on the internet. In an old-style chat room. I can’t remember the theme, but I am pretty sure it was to do with sex. We had started off as friends with that mutual interest, I being her chaperone as she introduced me to a regular fetish night in Glasgow. She was the centre of attention for so many eyes, peroxide blonde cute as a button in her strawberry red corset that pushed her ample bust to even more disproportionate size compared to her 4ft 11in frame, gold Kylie Minogue shorts almost perfectly designed for her pert bum and slim, slim golden fake tanned legs made more shapely by killer red heels. The fetish club allowed BDSM play, but because of Scottish licensing laws, no penetrative sex acts allowed. This Edinburgh party was going to be different though. Organised by a guy Carrie had also befriended in the chat rooms, it was being held in a fancy townhouse hired especially for the occasion, all the attending couples had to send photos to meet his approval. Sending the photos, both head shots and undressed, of us was especially daunting considering he was an ex-policeman, but we passed the test and at least we knew the standard of couple was going to be reasonably high. As couples gradually arrived, our thoughts were confirmed. A variety of ages, from early 20s to early 40s, but none of them you would kick out of bed – well, maybe the one older couple sitting on the sofa, she housewife-plain, he a balding dad-bod with workman’s tattooed hands. One particular couple caught my eye – blonde, slim, beautiful and confident, she reminded me of Goldie Hawn, her partner suave like a male model or potential James Bond. First, though, the host gave us a guided tour of the three, showhouse standard floors, buffet in the kitchen, two bedrooms on each of the two upper floors complete with condoms supplied. As we returned to nibble at the food, he and Carrie flirted like they were old friends and I thought for certain this rather charming, confident guy, about 10 years younger than I and just slightly older than Carrie, would be having her for supper by the end of the night. I felt a slight pang of jealousy considering, although we had fucked a couple of times, we were not officially a couple yet. Back in the living-room for drinks, we chatted with a couple around my own age, early 40s, he tall, blonde and a bit of a lad-about-town joker, she also tall, slim, dark brown, shoulder-length hair and more sophisticated, opening up to us about their varied swinging exploits. They decided we should all venture upstairs as the living-room was beginning to empty. The rules of the party were, closed door, its private, don’t enter, open door, you’re welcome to join in or watch – and, on the first floor, we found a couple of pretty young girls already half undressed on a bed kissing and fondling one another as their smartly dressed partners watched. All of a sudden the sophisticated brunette wanders over to the centre of the room, kneels down and announces “right, who wants their cock sucked?” I feel a firm push in my back and I look behind to see Carrie smiling and ushering me forward as the brunette takes a hold of my thighs and starts loosening my belt, quickly followed by my zip. Obviously a bit of an expert at this, she has me hard, knees atremble in no time, along with her husband now standing beside me in her other hand. We end up joining the two girls and their partners on the now crowded bed, a sea of gradually more naked bodies. My cock enters the brunette’s welcoming pussy as we lie on our sides and she sucks another guy’s cock before I start to lick and finger a buxom young woman’s naturally redhead lips from behind as she goes down on the other young woman, but it gradually dawned on me that Carrie was nowhere to be seen. I look around the house. I wonder if she is behind one of the closed doors fucking our host, or maybe the stunning couple. But, although I hear the occasional moan wafting into the corridor, they are definitely not hers. Downstairs, I meet the older couple again and they tell me that they believe Carrie is in a top-floor bedroom with a couple. My heart is racing as I climb the stairs and, pausing for a few moment outside, and taking a deep breathe, I decide to break the rules and open the door. There, naked in the middle of the room on a plastic mat are a tangle of three bodies, Carrie being fucked from behind as she licks his wife’s pussy. I close the door and take a seat, Carrie only momentarily glancing my way as I unzip my trousers and start to stroke my now hard cock. I have no desire to join in. She has chosen the oldest and least attractive couple. But she looks so hot giving herself totally to them both. She is devouring the woman’s curvy body – and his lucky erect cock – and they use her petite frame with wild abandon, finishing off with her riding the woman’s face in a 69 while finger fucking her and sucking her standing husband before he explodes in her willing mouth. On the way home, I ask her: “Why them of all people?”….“I knew they’d be dirty,” she replies. So horny now, I can’t wait until we get home, so I stop in a motorway service station car park, walk round to the passenger side, push the back of her seat down, spread her legs, pull her panties aside and start licking her still wet and swollen pussy, imagining the cock there shortly before, her stilletoed feet pressing against the windscreen. With no care for whether a few parked lorry drivers were being given a free show, I fuck her like never before. Now with my wife, I still much prefer to join in with her fun, but that first sex party opened my eyes to the delights of watching my partner give and take pleasure with others – and, fortunately, she enjoys it too.
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